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La investigadora del CSIC María Dolores del Castillo indica que el consumo de alimentos que contienen fibra dietética, como el pan, es una de las recomendaciones nutricionales para alcanzar una alimentación saludable. Entre los beneficios de su ingesta está la mejora de los niveles de glucemia postprandial.
La Navidad es una época en la que se tiende a cometer excesos con la alimentación y, en ocasiones, se prescinde de productos propios de la dieta mediterránea como el pan, olbviando los beneficios que este puede aportar.
En este sentido, la investigadora del Grupo de Biociencias de los Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) María Dolores del Castillo recuerda que “el consumo de alimentos que contiene fibra dietética, alimentos derivados de cereales y granos enteros, como es el caso del pan, es una de las recomendaciones tradicionales para alcanzar una alimentación saludable”.
De hecho, son muchas las falsas creencias en torno al pan, como que es un alimento que engorda o que su exclusión de la dieta ayuda a perder peso. El aporte de micronutrientes y fibra (esta última principalmente en la variedad integral), le otorgan un valor nutricional destacable a este alimento
No existe una pauta sobre el consumo recomendado de pan, ya que esta depende de las características de cada individuo y del alimento en cuestión. Sin embargo, una ingesta diaria adecuada de fibra (25-30 g/día) resulta “esencial a la hora de controlar el peso corporal, ya que disminuye la absorción de las grasas, mejora los niveles de glucemia postprandial e incrementa la sensación de saciedad lo que lleva a comer menos”. El pan blanco y el pan integral aportan valores de fibra dietética del orden de 3,5 y 7,5 g/100 g, respectivamente, según apunta Del Castillo.
Los beneficios del consumo habitual de cereales integrales y/o de grano entero y sus derivados, como el pan, se relacionan con un menor riesgo de padecer obesidad y patologías asociadas tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 o el síndrome metabólico, siempre en el contexto de una dieta equilibrada, adaptada a las necesidades nutricionales y los hábitos de vida de cada individuo.