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“El mejor tratamiento antiaging es una alimentación antiinflamatoria, con un aporte adecuado de ácidos grasos Omega 3, que nos permita envejecer de manera sana prolongando la vida lo máximo posible sin enfermedades y con calidad”, aseguraba Barry Sears, presidente de la Inflammation Research Foundation de EEUU, con motivo de su ponencia durante el XVI Congreso Internacional de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad, celebrado recientemente en Madrid.
Los ácidos grasos Omega 6 son esenciales, ya que nuestro cuerpo no es capaz de sintetizarlos y, por lo tanto, debemos aportarlos mediante la alimentación. “El problema es que actualmente se consumen en exceso, lo que provoca inflamación celular, un envejecimiento acelerado y la aparición de diferentes enfermedades crónicas”, apuntaba Barry Sears. Los ácidos grasos Omega 3 son también esenciales para la vida, ya que el organismo tampoco es capaz de producirlos, “pero son los grandes olvidados, no solemos tomar la cantidad adecuada mediante la alimentación”, afirmó.
Según el último estudio realizado por Enervit, unión de Laboratorios Farmacéuticos Rovi S.A y la compañía italiana Enervit S.p.A, con el fin de difundir la importancia de una nutrición saludable para el control de la inflamación celular, el 33 % de los españoles asegura que hay semanas que no consume pescado, y un 8% confiesa que nunca lo come. “Muchas enfermedades neurodegenerativas se han visto muy relacionadas con un consumo deficiente de Omega 3, presente en el pescado y otros productos como el lino, el cáñamo, determinadas algas o las nueces”, apuntaba este especialista.
“En la actualidad existe un desequilibrio entre el consumo de Omega 6 y el de Omega 3. Las recomendaciones de los expertos indican que deberíamos consumir una relación de 2 partes de Omega 6 por cada 1 de Omega 3 (2:1). El problema es que, en la actualidad, la población española sitúa esta proporción en 16:1, un desajuste que provoca inflamación celular, el verdadero germen de las enfermedades inflamatorias y metabólicas como la obesidad, la diabetes o las cardiopatías”, explica Sears. De hecho, afirmaba, “España es ya el país con la población infantil más obesa de Europa, y sin duda esto es un indicador de que los españoles no comen tan bien como cabría esperar pese a tener a su alcance los mejores alimentos para hacerlo”.
Este bioquímico recordaba que los ácidos grasos Omega 6 son una grasa barata que encontramos en múltiples productos, como en los aceites vegetales (girasol, colza, maíz…) y en los alimentos precocinados, como el pan de molde, las galletas y la bollería industrial en general. “Si reducimos la ingesta de Omega 6 y aumentamos el consumo de Omega 3, reduciremos la inflamación celular y estabilizaremos los niveles de glucosa en sangre, eliminando el exceso de grasa corporal y mejorando nuestra energía física y agudeza mental. (…) Lo ideal sería consumir diariamente al menos 2,5 gramos de ácidos grasos Omega 3 de cadena larga para ayudar a mantener la visión en condiciones normales, lograr niveles medios de tensión arterial y controlar los niveles de triglicéridos. (…) El aporte de Omega 3 se ha relacionado, además, con el aumento de la saciedad, tiene una acción antiinflamatoria y regula la glucemia, lo que es clave en la pérdida de peso y en el control de la diabetes”, añadía.