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La etapa de confinamiento forzoso marcó unas nuevas pautas de consumo, como la cada vez más creciente preocupación del consumidor por dietas que tengan un impacto positivo en la salud. De hecho, tal y como ha revelado el informe del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), debido a esta situación ha surgido un nuevo concepto, el food for immunity.
La pandemia del coronavirus ha supuesto una transformación de los hábitos de compra y alimentación de los ciudadanos. Relacionada con las nuevas pautas de consumo está la esencia de food for immunity recae en el rol de la dieta como un gran aliado necesario para reforzar nuestro sistema inmunitario.
“En este sentido, ciertos alimentos nos aportan determinados minerales y vitaminas que contribuyen a su normal funcionamiento” ha destacado Natalia Ramos, dietista-nutricionista en Angulas Aguinaga. “Por ejemplo, los pescados como el abadejo de Alaska y los mariscos como mejillones, pulpo o langostinos nos aportan minerales como el selenio o el zinc o vitaminas como la B12 o la D que tienen un papel muy destacado para este refuerzo del sistema inmunitario”, especifica la nutricionista. “Sin embargo, hay que dejar claro que esto no quiere decir que los alimentos ayuden a prevenir o curar, sino que su labor es ayudar a la función normal del sistema inmunitario”, ha enfatizado.
Productos más saludables
La preocupación por una alimentación saludable no es una tendencia ajena a la época pre covid 19, pero se ha visto mucho más reforzada después de su llegada. Si bien antes de la pandemia la tendencia “healthy” tenía cada vez más peso, esta situación ha supuesto todo un revulsivo.
De hecho, tal y como ha mostrado el informe AECOC “Consumo y compra dentro y fuera del hogar después del covid-19”, los consumidores quieren encontrar en el mercado productos que les ayuden a cuidarse y el 53,4% de la población ya ha reconocido que comerá más saludable de lo que lo hacía antes.
“Desde la industria tenemos que ser capaces de ofrecer a los consumidores lo que nos demandan. Debemos trabajar constantemente al servicio del consumidor con productos que se adaptan a sus necesidades y circunstancias, ofrecer alimentos ideales para incluir en una dieta equilibrada”, destaca Ramos.
En ese contexto, cabe destacar como la ingesta de pescado en España es más baja de lo recomendado por los expertos en nutrición. “Se debería consumir de 3 a 4 veces por semana; sin embargo, en nuestro país se consume apenas 2 veces”, subraya Natalia Ramos, quien también ha argumenta que “en esta tendencia por una alimentación más saludable el aumento del consumo de pescado y mariscos puede jugar un papel fundamental debido a todos los nutrientes que nos aportan”.
Por último, es importante resaltar el factor del tiempo disponible para cocinar, que ahora es mejor que durante el confinamiento, cuando el 70% de los consumidores le dedicaba más tiempo frente al 60% en la actualidad, tal y como refleja el informe de AECOC.