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Artículo sobre el futuro de fórmulas cosmética y envases más sostenibles por Juliette Thomazo-Jégou, investigadora de Síntesis y Rosa González, investigadora de Packaging en Aimplas.
El sector de los cosméticos ha tenido cambios importantes en los últimos años debido a la evolución de los hábitos de consumo. En efecto, los problemas medioambientales actuales tienen un impacto sobre el sector de la cosmética con un giro tomado por los consumidores, preocupados por su impacto ecológico, y en consecuencia por las partes interesadas de este tramo industrial. Actualmente, la investigación en este campo se orienta hacia el desarrollo de productos más naturales o bien biobasados tanto a nivel de las formulaciones como de los envases, reduciendo así el uso de componentes de origen petroquímico. Esto se aplica en particular a los distintos polímeros y copolímeros sintéticos utilizados en las formulaciones y también a los envases fabricados a partir de materiales plásticos convencionales. Estos cambios representan un verdadero desafío en el campo de la investigación de alternativas biobasadas y naturales que pueden ser viables a nivel industrial.
Las formulaciones cosméticas contienen numerosos aditivos y principios activos que permiten conferir al producto final diferentes propiedades (hidratantes, antienvejecimiento, antioxidante, etc.) pero también estabilizarlo, espesarlo,… según las necesidades. Durante muchos años, algunos polímeros han sido utilizados en estas formulaciones, pero debido a la modificación de la legislación relativa a los microplásticos (reglamento (UE) 2023/2055) para limitar el uso y la generación de micropartículas de polímeros sintéticos, es necesario encontrar alternativas más respetuosas con el medio ambiente como los polímeros naturales, biodegradables o con suficiente hidrosolubilidad.
Los polímeros se utilizan a menudo en las formulaciones cosméticas como emulsificantes, en particular, el polietilenglicol (PEG) es un producto sintético que, al degradarse puede producir moléculas tóxicas para el medioambiente. De la misma manera, los copolímeros de acrilato utilizados como espesantes son de origen sintético y todos estos componentes pueden ser sustituidos por alternativas biobasadas o bien naturales mediante el uso de polisacáridos, que son macromoléculas naturales procedentes esencialmente de plantas, bacterias y hongos. Estos polímeros naturales y/o biobasados son también de gran interés para la encapsulación de principios activos. La encapsulación es un proceso que retiene un compuesto o aditivo en una membrana y, por lo tanto, lo aísla del entorno exterior para protegerlo, permitiendo así la liberación controlada del activo en la formulación.
Los materiales utilizados como membranas pueden ser sintéticos, inorgánicos, de origen biológico o naturales. En la situación actual, la investigación se ha orientado hacia los polisacáridos, como la celulosa, los alginatos, o bien el quitosano, así como algunas proteínas para crear una membrana estable y así obtener una formulación más respetuosa con el medio ambiente con productos naturales o biobasados. Esta misma tendencia se encuentra en las cremas solares, con una necesidad real de encontrar alternativas a los filtros UV mayoritarios en el mercado debido a su toxicidad para el medio acuático. Existen varias alternativas a estos filtros, en particular los polímeros naturales o biobasados (polisacáridos) que algunos tienen buenas propiedades fotoprotectoras.
En lo que respecta al envase cosmético, este tiene un papel fundamental ya que influye directamente en la decisión de compra del consumidor, siendo actualmente la sostenibilidad medioambiental una de las grandes prioridades del sector debido a los nuevos marcos legislativos que afectan a la composición cosmética y a la fabricación de los envases y a una mayor conciencia ambiental de la sociedad[1]. Entre las soluciones de envase más sostenible ambientalmente, se encuentran diferentes soluciones como la incorporación de material reciclado en el envase, envases reciclables, recargables (refill), biodegradables y/o de origen renovable. Aunque las principales soluciones que se están implementando es la de envases refill y reciclables, en el caso de formatos pequeños, la solución más viable es la de envase biodegradable ya que, en el caso de envases reciclables, se pueden perder en el trómel si el formato es pequeño.
El desarrollo de envases biodegradables en el sector cosmético está todavía en desarrollo, sin embargo, en el mercado ya se puede encontrar algún caso de envase cosmético fabricado en base a polímeros de origen renovable y biodegradables. Lomei Cosmetics[2] cuenta con soluciones de envases en base a fibra vegetal (cáscara de arroz y tallo de té verde) para el envasado de productos de maquillaje como barras de labios, estuche de polvo compacto, etc.
Sin embargo, el material más extendido actualmente que es procedente de fuentes renovables y biodegradable al final de su vida útil es el ácido poliláctico (PLA). Empresas como Jarsking Packaging[3], Semepack[4] y Envases Green[5] tienen una línea de envases para cosmética fabricados en PLA. Además, la empresa ADBioplastics ofrece una gama de grados PLA para la obtención de envases cosméticos de diferente tipología[6].
También se está empezando a introducir en el mercado soluciones de envase cosmético con contenido en polihidroxialcanoatos (PHAs), una familia de polímeros producidos por determinadas bacterias como mecanismo de almacenamiento de carbono. Ejemplo de ello es la colaboración entre la empresa CJBiomaterials, fabricante de PHA y, la empresa cosmética RIMAN, que han puesto en el mercado envases cosméticos fabricados en base a mezclas de PLA y PHA, con la previsión de alcanzar en un futuro envases 100% de PHA fabricados por moldeo por inyección[7]. Por otro lado, dentro de las soluciones de envase cosmético de origen renovable y biodegradable, se pueden encontrar envases fabricados en papel sobre el que se aplica un recubrimiento polimérico para aportar propiedad barrera a grasas, aceite y agua para conseguir la funcionalidad del envase[8],[9],[10].
Por lo tanto, existe la necesidad en este sector de encontrar alternativas más respetuosas con el medio ambiente, tanto a nivel de formulación como de packaging, con una buena compatibilidad entre el envase y el producto contenido. En este contexto se creó el proyecto CHITINMETICS (CPP2022-009795 financiado por MICIU/AEI/10.13039/501100011033 y por la Unión Europea NextGenerationEU/ PRTR). Este proyecto de cooperación está dirigido por la empresa cosmética Finaderm SL, y cuenta con la participación de Mealfood Europe SL, productora de quitosano, de PFP Termopolímeros S.L., empresa de envases cosméticos, así como de la Universidad Miguel Hernández, la Fundació Institut Català de Nanociència i Nanotecnología y AIMPLAS, instituto tecnológico especializado en plásticos y polímeros que se encarga de la coordinación técnica del proyecto. El objetivo del proyecto es desarrollar un protector solar y su embalaje más respetuoso con el medio ambiente. Para ello, la biomasa de quitosano procedente de insectos se valoriza con el fin de desarrollar nuevos embalajes biobasados y sostenibles (biodegradables y reciclables) así como formulaciones cosméticas conformes a las directrices de la ONU18 y de la CE19 para las políticas de desarrollo sostenible. Se trata de convertir la biomasa en materiales de alto valor añadido de origen biológico, lo que permite aumentar la estabilidad y la afinidad de los productos cosméticos con sus envases y ofrecer así soluciones más sostenibles para el sector cosmético, contribuyendo a la reducción de la producción de residuos de envases y del uso de recursos fósiles en el sector.
En conclusión, hay muchas posibilidades para mejorar la sostenibilidad de las formulaciones cosméticas y sus envases. El uso de polisacáridos como sustitutos de los polímeros sintéticos es una solución técnicamente viable debido a sus estructuras químicas y a sus numerosas propiedades reconocidas. Sin embargo, estos polímeros naturales o de origen biológico también presentan una desventaja económica, ya que son en su mayoría más costosos que los polímeros sintéticos y menos disponibles. Hay, por tanto, un verdadero reto de investigación y desarrollo en los métodos de obtención de estos polímeros, así como en la investigación de la biomasa disponible para ir hacia una cosmética más verde.
[1] https://naturalcosmeticlab.com/blog/sostenibilidad-la-tendencia-en-envases-y-packaging-para-cosmetica/
[2] https://www.lomeicosmetics.com/es/category/Plastic-Free-Cosmetics-Packaging.html
[3] https://www.jarsking.com/es/all-materials/pla-cosmetic-packaging/
[4] https://semepack.com/materials/pla-packaging/
[5] https://www.envasesgreen.es/catalog/envases-cosmetica-plastico/envase-cosmetico-eco-friendly-15ml-ref-jal015100-tarro-calidad
[6] https://adbioplastics.com/en/packaging/cosmetics/
[7] https://www.bioplasticsmagazine.com/en/news/meldungen/20230824_CJ_Riman.php
[8] https://esytube.com/es/products/100-ml-eco-friendly-kraft-paper-jar-cosmetic-containers
[9] https://granvelada.com/es/envases-stick-labial/7556-envases-carton-labiales.html#/cantidad-pack_de_1
[10] https://www.cremas-caseras.es/envases-cosmetica/1240-envase-tubo-de-carton-10ml.html