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Un grupo de investigadores de la Universidad de Extremadura demuestra que la proteína JNK aumenta el riesgo de padecer alzhéimer en personas diabéticas.
El hallazgo realizado por la Universidad de Extremadura se contextualiza en el estudio de los investigadores sobre la relación entre diabetes mellitus y alzhémier. Según explica el profesor Francisco Centeno, director del proyecto, “que las células estén rodeadas por soluto circulante, en el sistema nervioso, significa que estas se mueven en un contexto donde hay muchas más moléculas disueltas de lo que podría considerarse normal. En este entorno, la célula pierde agua, sufre un proceso de hiperosmolaridad que activa la actividad de caspasa-3 y que promueve la alteración de la proteína Tau, principal sello patológico de la enfermedad de alzheimer”.
A partir de este trabajo, desarrollado con el Centro Nacional de Biotecnología, los científicos extremeños han analizado qué proteínas se relacionan con el proceso de muerte neuronal, demostrando que la quinasa JNK "es la verdadera responsable de esta activación de la apoptosis neuronal".
“En laboratorio inhibimos esta proteína y observamos que JNK es la responsable de la activación de la caspasa-3 y la proteólisis de Tau. Por lo tanto, si anulamos esta quinasa frenamos el deterioro de las neuronas, cuyo proceso degenerativo se ve ralentizado y bloqueado”, describe Centeno. Este descubrimiento supone "una nueva diana para proteger del daño celular al que se ven sobreexpuestas las personas con diabetes tipo 2.
El segundo paso, tras este nuevo descubrimiento, sería hallar fármacos que inhiban químicamente a esta quinasa. “Ahora mismo los inhibidores de la JNK son péptidos, pequeñas proteínas y eso no es una buena estrategia farmacológica. No es un buen fármaco. Lo que habría que hacer ahora es buscar inhibidores químicos que accedan al sistema nervioso para paliar el efecto de la hiperosmoralidad prolongada en enfermos de diabetes tipo 2. Pero, para ello, deben ser capaces de atravesar la barrera hematoencefálica. De otra manera, al ingerirlo, estaríamos anulando la proteína JNK en todo el cuerpo y eso traería otras consecuencias negativas para la salud”.
El trabajo ha sido publicado en la revista científica Archives in Biochemistry and Biophysic.