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La tendencia en auge en algunos países industriales de consumir los denominados alimentos antiprogreso supone una amenaza para la población, según el presidente de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS), el doctor Ramón Cisterna, quien advierte que esta moda es “un verdadero riesgo para la salud de las personas”.
Los alimentos antiprogreso son aquellos que no han sido tratados o procesados. Las personas que optan por su consumo renuncian a procedimientos de higienización por la falsa creencia de que lo “natural” supera los beneficios de los alimentos tratados. En algunas zonas de Estados Unidos esta tendencia se ha extendido hasta el punto de que sus seguidores consumen agua que no ha sido sometida a ningún proceso ni control sanitario. “El agua sin procesar contiene microorganismos que pueden producir infecciones y algunos minerales que pueden ser tóxicos, lo que reduce las condiciones de seguridad”, explica el presidente de la AMYS y añade: “bacterias como E.coli, Salmonella, protozoos como Giardia y amebas pueden producir infecciones gastrointestinales de distinto nivel y gravedad”.
Para este especialista, el perfil de las personas que optan por el consumo de estos alimentos tienen la falsa creencia de que contienen minerales beneficiosos para la salud de la persona, pero realmente estas sustancias pueden obtenerse por otras vías, ya que están presentes en otros alimentos, sin necesidad de ponerse en riesgo: “Algunos piensan que con esta práctica mejoran su sistema inmune, pero en realidad nada de esto está demostrado. Lo que sí está claro es que los beneficios se mantienen en el agua tratada y que la aparición de procesos infecciosos tras consumir agua no potable o alimentos no procesados es evidente”.
El doctor Cisterna defiende la necesidad de informar a la población de las consecuencias del consumo de los alimentos antiprogreso y de la importante contribución que ha hecho la potabilización, la pasteurización y el procesamiento general de alimentos: “Junto a las vacunas, son uno de los principales factores que han permitido el aumento de la supervivencia en la especie humana”, afirma.