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La OCU, dentro de su nueva campaña "Kilos de mentiras", ha visitado 80 establecimientos (farmacias, herbolarios, centros de adelgazamiento y tiendas de productos fitness) para comprobar si los productos que se distribuyen como con propiedades adelgazantes realmente lo son. Tras el estudio se han detectado 23 artículos "trampa".
El estudio de OCU ha puesto de relieve que "algunos establecimientos ofrecen publicidad de técnicas que no cuentan con ningún fundamento científico y además la atención profesional y personalizada brillaba por su ausencia en muchos de ellos".
Además, ha interpuesto varias denuncias, remitidas a las direcciones de consumo de Cantabria, Navarra, Murcia, Cataluña, Madrid, Castilla y León y Comunitat Valenciana, por encontrarse en estas las sedes las entidades encargadas de comercializar los productos que ha detectado como fraudulentos.
El Real Decreto 1907/1996 es la norma que regula la publicidad de estos artículos. La norma prohíbe mencionar en la publicidad y promoción de los productos para adelgazar la finalidad sanitaria. "Por tanto, en la práctica, no se pueden hacer reclamos que sugieran propiedades específicas adelgazantes (como “reduce”, “ayuda a controlar tu peso”, “vientre plano”)". En su investigación, la OCU ha encontrado hasta 23 productos que no respetan este precepto.
Lista de los 23 productos dietéticos denunciados por la OCU:
Por otro lado, se ha detectado que algunos establecimientos ofrecen publicidad de técnicas de diagnóstico o terapéuticas, como la banda gástrica virtual mediante sugestión hipnótica, "que actualmente no cuentan con ningún fundamento científico en el control de peso y que en la mayoría de los casos son considerados pseudociencia".
En cuanto a la competencia del personal, salvo en 12 farmacias (de un total de 28) y un centro de adelgazamiento, en el resto de los establecimientos "el personal no contaba con identificación y, por tanto, no era posible saber el nivel de formación que tenían".
A la hora de las consultas, solo en 51 de los 80 centros visitados preguntaron si el cliente tenía alguna enfermedad, si se automedicaba, las horas de sueño o el ejercicio físico que realizaba; mientras que solo 49 se preocuparon por conocer los hábitos dietéticos y en todos los casos, salvo en un centro para adelgazar de Madrid, las preguntas se formulaban oralmente, sin rellenar ningún formulario.
Al finalizar la consulta, en todos los establecimientos se ofrecieron consejos como comer menos o hacer ejercicio. Solo en 14 sugirieron hacer una dieta, presentadas como menús ya establecidos. No obstante, el 75% de los establecimientos visitados ofrecieron un producto para perder peso.
A juicio de OCU, "estos centros demuestran más interés comercial que por la salud de los usuarios, al aconsejar productos de manera irresponsable y comercializar como ´adelgazantes´ suplementos alimenticios sin ninguna garantía sobre su eficacia.