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Neiker-Tecnalia y la Fundación Valle Salado de Añana han impulsado la puesta en marcha de un sistema de cultivo experimental para la producción del alga Dunaliella en este ecosistema salino alavés, que recientemente ha sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial.
Dunaliella es una microalga que habita de forma natural este enclave y destaca por ser la fuente más rica en betacaroteno de la naturaleza. El betacaroteno es una molécula con fuerte impacto económico, que se emplea como colorante natural, ingrediente funcional y antioxidante en los sectores salud, alimentación y cosmética natural. La demanda de betacaroteno de origen natural para estos sectores ha experimentado un crecimiento constante en los últimos 30 años.
Se trata de un pigmento anaranjado con fuerte actividad antioxidante y que se comporta como un compuesto esencial para la salud por su actividad pro-vitamina A. Las fuentes naturales convencionales que ofrecen betacaroteno son las frutas y verduras, especialmente las zanahorias. El alga Dunaliella, sin embargo, proporciona un contenido en betacaroteno hasta 1.000 veces superior que las fuentes naturales citadas.
Esta microalga se produce a escala comercial para la obtención de B-caroteno en diferentes zonas del mundo. Su cultivo está estrechamente vinculado a los ecosistemas salinos, ya que su crecimiento depende de la presencia de concentraciones muy elevadas de sal y de una alta incidencia solar. El cultivo de Dunaliella en Salinas de Añana es, por tanto, una actividad claramente compatible con la producción de sal y con la propia identidad del Valle.
El Valle Salado de Añana es parte de un proyecto singular liderado por la Fundación que se ocupa de la recuperación integral de su patrimonio histórico, cultural y ambiental. Uno de los hitos más importantes alcanzados en el marco de dicho programa ha sido la recuperación de la producción artesanal de sal. La comercialización de este apreciado producto contribuye actualmente a la financiación del valle.
El objetivo de la Fundación Valle Salado de Añana es complementar la producción de sal con el desarrollo de otras actividades alternativas, innovadoras y sostenibles, que permitan mejorar el valor del enclave y favorezcan su supervivencia a largo plazo. Estas iniciativas, entre las que se encuentra el Proyecto Duñana, giran en torno a la ejecución de actividades de I+D para la explotación sostenible de la biodiversidad local y al desarrollo de nuevos productos enfocados a la salud, cosmética y bienestar.
La iniciativa se llevará a cabo en el marco de un convenio de colaboración firmado en el 2016 por Neiker-Tecnalia, entidad pública del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, y la Fundación Valle Salado de Añana. El objetivo de esta alianza es el desarrollo de proyectos de investigación relacionados con la recuperación patrimonial y medio ambiental, el desarrollo de nuevos productos y la búsqueda de nuevos mercados para el Valle Salado de Añana.