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El V Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias revela que la alimentación tiene mucho que ver con la motivación por ir a la escuela. Según su estudio, al 84% de los pequeños que come bien no le cuesta ir al colegio, mientras que casi la mitad de los que sacan sobresaliente siguen una dieta saludable.
Nestlé, junto a la investigadora de mercados IPSOS, ha preguntado a 1.038 familias con hijos de 3 a 12 años, residentes en España y representativas a nivel nacional por sexo, edad y zona, sobre su alimentación diaria.
La clasificación se ha dividido en aquellas que siguen una alimentación equilibrada y las que no, determinando una serie de raciones recomendadas para cada grupo de alimentos.
Según el criterio establecido, se ha considerado que un niño come de forma saludable cuando incluye, en su día a día, el consumo, al menos una vez a la semana, de fruta natural y verduras frescas y, el de legumbres, pescados y frutos secos, incluyendo el aceite de oliva como aliño habitual y el agua como bebida principal.
Los resultados del V Observatorio Nestlé revelan que los niños que siguen una dieta equilibrada sacan más sobresalientes. Un 32% de los alumnos españoles saca un excelente en lenguas y/o ciencias pero este porcentaje asciende al 46% entre aquellos que siguen una alimentación saludable.
“En este estudio se observa que unas buenas pautas alimentarias son clave para un mayor bienestar que, sin duda, se refleja en las diferentes esferas de la vida. Así, los alumnos que obtienen mejores notas son los niños que además de seguir una alimentación equilibrada, son también los que suelen hacer actividad física regularmente, los que tienen unas buenas rutinas de descanso, mejor actitud, etc. En definitiva, un estilo de vida saludable se corresponde con un bienestar físico, social e intelectual”, señala Laura González.
En esta línea, el doctor Rafael Casas, psiquiatra y experto en promoción de hábitos de salud y en obesidad infantil, explica que un adecuado desarrollo cognitivo influye favorablemente en el aprendizaje. “Independientemente de otros factores que inciden en este desarrollo como la genética o el ámbito socioeconómico, es muy importante que, además del bienestar emocional, el niño disponga de una dieta saludable con todos los nutrientes que contribuyen a este proceso cognitivo que determina la capacidad de concentración, atención o memoria y el aprendizaje”.
Más allá de las propias calificaciones, se observa una relación entre la alimentación y las actitudes de los pequeños en el colegio. Los niños con una dieta saludable son los que están más satisfechos con su rendimiento escolar. Solo 4 de cada 10 alumnos está contento con sus notas mientras que, entre los que comen bien, son 6 los que se muestran satisfechos. Además, al 84% de los alumnos que come de forma equilibrada no les cuesta ir a clase.
Preguntados por el estrés, un 11% de los padres reconoce que sus hijos están estresados con los estudios. Según los mismos, solo el 28% de los niños está muy contento con sus tareas escolares; un porcentaje que llega al 42% entre aquellos que siguen una dieta equilibrada. En esta línea, solo el 37% de las familias asegura estar muy de acuerdo con que los pequeños tienen tiempo suficiente para hacer los deberes mientras que este porcentaje llega al 45% entre los que comen equilibradamente.
Otro dato relevante es que tan solo un 10% de las familias encuestadas sigue una alimentación equilibrada. El 69% de los padres sabe que hay que ofrecer diariamente a los pequeños 3 raciones de fruta, pero únicamente el 17% lo hace.
También comen menos verdura de la recomendada ya que, aunque el 66% de las familias es consciente de que debería dar a sus hijos 2 raciones de verdura al día, solo el 54% lo cumple.
“Una alimentación saludable, equilibrada y variada aporta al niño todos los nutrientes que su organismo necesita. Algunos de ellos están relacionados con la función cognitiva. Por ejemplo, los alimentos ricos en vitaminas del grupo B son fundamentales para el correcto funcionamiento del cerebro, ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga y contribuyen a un buen rendimiento intelectual”, concluye Laura González, la responsable de Nutrición de Nestlé España.
La compañía, junto con el Hospital Sant Joan de Deu, desarrolló como ayuda para conseguir este objetivo el Nutriplato, un método de educación nutricional para ayudar a los padres a que sus hijos coman bien.