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La dietista-nutricionista e investigadora de IDIBAPS, Sara Castro, participó rencientemente en un evento organizado por los fabricantes de yogur en el que se habló del azúcar añadido y la calidad nutricional de este producto.
Bajo el lema Descubrimos más sobre el yogur, la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos, AEFY celebró a principios de noviembre su segundo encuentro anual en el que varios expertos intervinieron dando a conocer cómo impactan los diferentes azúcares en el perfil nutricional del yogur.
El acto contó con la presencia del Doctor Ramón Estruch, presidente del Consejo Científico de la Fundación Dieta Mediterránea y coordinador del Estudio PREDIMED (PREvenció amb DIeta MEDiterrània); y Sara Castro, dietista-nutricionista e investigadora en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
Castro destacó la alta densidad nutricional del producto: “el yogur aporta una alta cantidad de nutrientes con un bajo valor calórico y su consumo resulta relevante en todas las etapas vitales” y recordó la importancia de saber identificar los tipos de azúcares cuando leemos etiquetas nutricionales: “es clave recordar que los azúcares naturalmente presentes en los alimentos, como la lactosa del yogur, no son perjudiciales para la salud”.
Para conocer la cantidad de azúcar añadido que puede contener un yogur azucarado, se deben restar a los azúcares totales que figuran en la tabla nutricional de la etiqueta el 4-6% correspondiente a la lactosa (azúcar propio del yogur), obteniendo así la cantidad de azúcar que le ha sido añadido.
Por su parte, el Dr. Ramón Estruch, presidente del Consejo Científico de la Fundación Dieta Mediterránea y coordinador del Estudio PREDIMED, recalcó la importancia de la alimentación saludable para disminuir el riesgo de contraer diversas enfermedades: “el consumo de yogur no solamente se asocia a una mejor calidad de la dieta a nivel nutricional, sino que también se asocia a la prevención de ciertas enfermedades crónicas.
El yogur es un alimento fermentado que se consume desde hace siglos, muy valorado por sus propiedades nutricionales: ofrece gran cantidad de nutrientes favorables, aportando pocas calorías. Eses fuente de calcio y de proteínas de alto valor biológico, vitaminas del grupo B y vitaminas liposolubles A y D. También contiene fermentos lácteos (Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus), que hacen de él un alimento de sabor y textura únicos y de fácil digestión. La calidad nutricional del yogur se mantiene incluso cuando este contiene azúcar añadido. De hecho, numerosos estudios han demostrado que los consumidores habituales de yogur toman mayores cantidades de nutrientes esenciales y sus ingestas se aproximan más a las recomendadas.
En el contexto de la Dieta Mediterránea, el yogur se identifica como un alimento que favorece una mayor adherencia a pautas de alimentación saludables”. Antoni Bandrés, presidente de AEFY, ha querido destacar el esfuerzo de las empresas que integran la asociación por la mejora constante del perfil nutricional de sus productos.
“En línea con las directrices europeas y con los objetivos del Ministerio de Sanidad y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), las empresas asociadas a AEFY trabajan en la mejora del perfil nutricional de sus productos a través de la reducción progresiva de los azúcares añadidos”, destacó Bandrés.