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Gracias a su reservorio con capacidad para almacenar y administrar hasta 200 U de insulina, la microbomba de Roche evita que el paciente tenga que pincharse varias veces al día siguiendo un horario fijo y le proporciona una autonomía de hasta 4 días.
La microbomba de insulina de Roche Diabetes Care permite al paciente llevar su terapia con discreción, además de varias ventajas. Se trata de un dispositivo pequeño y ligero, que puede colocarse en cuatro zonas diferentes del cuerpo, retirarse y volver a conectarse o cambiarla de lugar de forma muy fácil, sin desperdiciar insulina.
A esta flexibilidad de uso también contribuye el hecho de que cuenta con un gestor de diabetes integrado, de modo que el paciente puede escoger entre cinco perfiles de dosis basales según sus necesidades.Este gestor emite recomendaciones y facilita la toma de decisiones sobre el cálculo del bolo.Otra de sus funcionalidades es el calculador, que ofrece la posibilidad de introducir los datos de glucemia de forma manual, facilitando así, la utilización de la bomba con cualquier sistema de monitorización continua de glucosa.
"Nuestro objetivo con este lanzamiento es lograr que las personas con diabetes dispongan de un sistema de infusión de insulina con todas las ventajas que nos ofrece la última tecnología, pero mucho más ligero, fácil de utilizar y que se adapte totalmente a su estilo de vida", explica Lisa Huse, Directora General de Roche Diabetes Care Spain.
El sistema cuenta con una base reutilizable y de alta calidad que se sustituye únicamente cada 120 días. Asimismo, dispone de un depósito con capacidad para 200 U de insulina que, al ser transparente, ayuda a verificar fácilmente su nivel durante el llenado y evitar la presencia de burbujas de aire.
El dispositivo sólo requiere una inserción cuando se realiza el cambio de zona cada tres días, "una gran ventaja comparada con las múltiples inyecciones de insulina diarias que serían necesarias en la terapia MDI", explican sus creadores.