Empresas Premium
El grupo FoodLab, investigadores en alimentación, nutrición, sociedad y salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) proponen una dieta basada en pescados azules, lácteos y huevos, para compensar la falta de vitamina D y frutas y fermentados, con el objetivo de evitar bajones anímicos.
El estado de confinamiento al que la población se ve obligada para frenar el coronavirus obliga a adaptar tanto la compra de alimentos como la dieta a seguir en estas circunstacias excepcionales. En este sentido, las profesoras de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC Alicia Aguilar y Anna Bach, ambastambiéninvestigadoras del grupo FoodLab , recomiendan gestionar los menús de manera que se compense la falta de luz solar con alimentos ricos en vitamina D.
Esta vitamina actúa en el metabolismo permitiendo la absorción de calcio "y, para obtenerla de manera natural, se necesita la luz solar, ya que, cuando esta entra en contacto con la piel, genera esta vitamina mediante una serie de procesos metabólicos". Para paliar en la medida de lo posible la ausencia de luz solar, la mejor opción es aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina D, como pescados azules (pueden ser en lata o en conserva) como las sardinillas, los boquerones, las anchoas, el atún… También están los lácteos (algunos, además, vienen enriquecidos con vitamina D) o los huevos.
Estos deben combinarse con frutas y verduras, propias de la dieta mediterránea. Entre los básicos de la cesta de la compra, las expertas señalan fresas y naranjas (ambos, productos de temporada), verduras de hoja verde (ricas en ß-caroteno, un antioxidante fundamental para la inmunidad de la piel y las mucosas), tomates (ricos en licopeno, un potente antioxidante), legumbres (frescas o envasadas), cereales (preferiblemente integrales), pescados (grasos y azules)… "La principal baza de esta dieta es su elevador aporte de antioxidantes, indispensables para reforzar el sistema inmune, que es otra de las cuestiones que deben tenerse en cuenta en este momento, para prevenir contagios", explica Anna Bach.
A la hora de planificar los menús, se deben priorizar los aliemntos frescos, locales y de temporada, en comnbinación de otros menos perecederos como conservas, legumbres o congelados. Esta recomendación está en línea con las pautas que acaba de publicar la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en las que se recuerda que en estos momentos las compras deben ceñirse a los productos necesarios, evitando improvisar con alimentos más calóricos y también dejando de lado los ultraprocesados, que suelen ser menos perecederos.
Alicia Aguilar recomienda respetar el número de comidas habitual (desayuno-comida-cena), moderando un poco la cantidad, puesto que es probable que haya un menor gasto energético debido a la reducción de la movilidad. Debe evitarse la acumulación de refrescos, snacks o bollería y, en su lugar, optarse por alimentos que haya que cocinar (arroz, pasta, legumbres, verduras, conservas de pescado…).