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Durante las últimas semanas y fruto del necesario confinamiento, los españoles han visto alterados sus hábitos cotidianos. Los cambios no solo atañen al trabajo, la forma de relacionarse con los demás, etcétera, sino también a la alimentación y el deporte. Una situación que el comparador de seguros de salud Acierto.com ha querido analizar.
Según los datos que maneja la entidad y como era previsible, la actividad física se ha desplomado, al menos, un 40 %. Con los efectos que esto implica sobre el aparato locomotor y muscular, la pérdida de capacidades aeróbicas del individuo, el incremento de la sensación de fatiga, la reducción del gasto calórico, etcétera.
La inactividad continuada (a partir de 10 días) está relacionada con la atrofia muscular y la pérdida de fuerza (de hasta un 13 % y 40 % en brazos y piernas, respectivamente). Estas consecuencias afectarán en mayor medida a los adultos mayores, también los más vulnerables al coronavirus.
Asimismo, durante el confinamiento se han disparado las ventas de productos como las aceitunas (94 %), las patatas fritas (87 %), la cerveza (78 %), y el chocolate (79 %), unos alimentos vinculados al disfrute que no siempre son precisamente saludables. Además, no podemos perder de vista el punto de partida, es decir, cómo comen los españoles en circunstancias normales.
Por otra parte, el confinamiento continuado incrementa las posibilidades de experimentar ansiedad, insomnio y otras patologías como la depresión. Además, nos vuelve más irritables y nos produce abatimiento. Los sentimientos de aislamiento, al mismo tiempo, aumentan el riesgo de sufrir presión arterial alta y reducen la resistencia del sistema inmunológico a las infecciones. Sin embargo, quedarse en casa es imprescindible para frenar la pandemia.