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Los suplementos de vitaminas antioxidantes C y E son muy populares entre las personas que practican deporte y buscan proteger cuerpo del daño oxidativo provocado por el ejercicio físico. Sin embargo, un equipo formado por investigadores de distintas universidades del mundo (Universidad de Stanford, Universidad de Verona, Universidad de Queensland y Universidad Europea) demuestra que los beneficios de este tipo de suplementos no estarían del todo claros.
El artículo publicado en Antioxidants, titulado “Do antioxidant vitamins prevent exercise-induced muscle damage? A systematic review” y liderado por María Martínez-Ferrán, doctoranda Universidad Europea, y Helios Pareja, profesor e investigador en Ciencias del Deporte en la misma Universidad, entre otros, está basado en diferentes estudios donde se observa cierto papel protector de las vitaminas antioxidantes, aunque la evidencia no es concluyente. Aunque su administración aguda podría favorecer la recuperación tras competiciones o entrenamientos consecutivos, hacer uso de las vitaminas de manera continuada puede desajustar la adaptación muscular en el entrenamiento, lo que significa que los deportistas no deberían tomarlas durante este periodo.
Además, en el caso de las personas que no practican ejercicio físico de manera regular, si bien es cierto que el antioxidante puede reducir el daño muscular tras una sesión de ejercicio, la práctica continuada de deporte será lo que le aporte mayores beneficios en este sentido, pues el ejercicio físico ya previene de por sí el daño oxidativo,aseguran desde la UE.
En definitiva, al contrario de lo que venía pensando hasta ahora, existe muy poca evidencia que pruebe que las vitaminas antioxidantes C y E tengan un efecto directo en el rendimiento físico de los deportistas o en la reducción del daño oxidativo. De hecho, en relación a este último aspecto, los investigadores defienden que una dieta equilibrada es más que suficiente para mantener el nivel de antioxidantes, añaden los investigadores.