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Investigadores daneses realizarán un estudio a gran escala del micronutriente selenio para ver cómo afecta a las mujeres con trastornos de la tiroides. Su investigación podría llevar a la inclusión de selenio en futuros tratamientos para trastornos de la tiroides como la enfermedad de Hashimoto, informan desde Pharma Nord Spain.
El profesor clínico asociado, Steen Joop Bonnema, un endocrinólogo de la Universidad del Sur de Dinamarca, y su equipo de cientícos probarán selenio o placebo (píldoras simuladas) en 500 pacientes con tiroides en un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, que se considera el método más completo y preciso para las pruebas científicas. El estudio está programado para durar 12 meses, seguido de un período de seguimiento de seis meses. Los científicos utilizarán una levadura de selenio danesa, que consideran adecuada para el estudio debido a su biodisponibilidad documentada. Los estudios realizados con la materia prima especial de selenio documentan que el 88,7 % de su contenido de selenio se absorbe en el cuerpo.
Basándose en cuestionarios, Bonnema y su equipo científico analizarán cómo el selenio puede afectar la calidad de vida de los pacientes. Además, mediante muestras de sangre, los investigadores medirán el efecto de los nutrientes sobre la función inmune y el estrés oxidativo, lo que puede influir en el riesgo de una persona de desarrollar cáncer y enfermedades cardiovasculares en el futuro.
Según el Dr. Bonnema, el metabolismo lento (también conocido como enfermedad de Hashimoto) es una enfermedad insidiosa que a menudo se pasa por alto. Aproximadamente, entre 5 % y el 8 % de las mujeres danesas sufren de este trastorno. Una de cada 10 mujeres se ve afectada por trastornos de la tiroides en algún momento de su vida, y alrededor del 6% de las mujeres reciben tratamiento médico para el metabolismo lento o también llamado hipotiroidismo.
El selenio, que obtenemos de nuestra dieta, especialmente de fuentes como nueces de Brasil, carne de órganos, granos enteros y pescado, es esencial para el funcionamiento adecuado de la glándula tiroides. La glándula produce dos hormonas tiroideas diferentes, triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), que controlan el metabolismo en el cuerpo. La T4 inactiva se convierte en T3 activa, la hormona que es crucial para controlar la tasa metabólica de nuestras células. El cuerpo necesita selenio para llevar a cabo esta conversión, pero si una persona tiene deficiencia de selenio, puede impedir la conversión hormonal.