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Un ingrediente probiótico para el control del peso, desarrollado por la empresa ADM Biopolis y sustentado con estudios hechos por el centro tecnológico Eurecat, ha sido reconocido como el Ingrediente del Año con el premio internacional NutraIngredients Award, en la categoría de control de peso.
Con el nombre de Bifidobacterium lactis BPL1, este probiótico muestra efectividad para la reducción de la circunferencia de la cintura y de grasa corporal en la zona abdominal, cuya acumulación se asocia a la aparición de alteraciones metabólicas asociadas a un mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, como la resistencia a la insulina, la hipertensión y la inflamación crónica de bajo grado.
Los estudios realizados han demostrado la eficacia del ingrediente tanto vivo como inactivado por calor, por lo que es posible utilizarlo para productos que están sometidos a altas temperaturas durante su procesado, ya sean alimentos o bebidas. Además, en el caso de suplemento dietéticos, el ingrediente desarrollado ofrece una vida útil prolongada sin necesidad de sobredosificación.
Según explica el director del Área de Biotecnología de Eurecat, Antoni Caimari, "inicialmente, se demostró, en ratas inducidas a obesidad, que la suplementación con el probiótico inactivado asociaba a una reducción del contenido de grasa visceral y de los niveles circulantes de triglicéridos y colesterol LDL, también conocido como colesterol malo, y a un incremento del gasto energético y del contenido de masa magra".
En base a estos resultados, ADM Biópolis y Eurecat realizaron un estudio en personas que presentaban obesidad abdominal, con el objetivo de demostrar en humanos la eficacia de este probiótico en la reducción de peso corporal y de contenido de grasa.
Los resultados "demostraron que la suplementación durante doce semanas con los dos tipos de probióticos era efectiva frente a la obesidad visceral, reduciendo el contenido de grasa abdominal y la circunferencia de la cintura de forma significativa, especialmente después del tratamiento con el probiótico inactivado", explica Caimari.
Además, las personas que recibieron el probiótico en su forma activa "también experimentaron una reducción de peso significativa. De forma interesante, estos cambios favorables en el peso y grasa corporal se asociaron con un incremento en el tracto gastrointestinal de bacterias del género Akkermansia, sugiriéndose como uno de los posibles mecanismos implicados en los efectos observados, ya que estas bacterias presentan efectos protectores frente de la obesidad y de alteraciones metabólicas relacionadas, como la resistencia a la insulina y la hipercolesterolemia", añade.