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Más de 800 centros entre colegios, empresas, hospitales y residencias cuentan desde la entrada del otoño con los nuevos menús de Mediterránea basados en la práctica de la inmunonutrición, en los que se refuerza el uso de productos frescos y de temporada.
Mediterránea, compañía especializada en servicios de restauración, ha reforzado la presencia productos frescos ricos en vitaminas y minerales, como pescado azul, frutas, legumbres y verduras frescas, en los menús de más de 800 centros, con la intención de "minimizar el impacto de gripes y resfriados".
Se trata de dietas que refuerzan las recomendaciones de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y aumentan la incorporación de las 6 vitaminas (D, A, C, B6, B12 y el folato) y 4 minerales (Hierro, Zinc, Selenio y Cobre) que se consideran indispensables para el funcionamiento del sistema inmunitario.
Tal y como asegura Rocío Royo, directora de Nutrición y Dietética de Mediterránea: "consumir alimentos de temporada dentro de una dieta equilibrada es fundamental para prevenir enfermedades, además de que determina la forma de recuperación en caso de caer enfermo".
La Sociedad Española de Inmunología recomienda no elaborar una dieta formada por alimentos aislados sino una dieta en su conjunto, por ello, "Mediterránea ha rediseñado los menús para que tengan una alta densidad energética y nutricional, sin aumentar el número de ingestas ni el volumen de comidas".
Comedores escolares
En los comedores escolares cuentan con menús tradicionales, basados en la dieta mediterránea y elaborados con productos de alta calidad nutricional. Así, regularmente estos centros contarán con sopas y purés ricos en vitaminas y minerales, pescados azules y carne blanca baja en grasas.
Uno de los objetivos que persigue la definición de estos menús es educar a los alumnos sobre cómo es una alimentación saludable. Por último, una parte fundamental en la alimentación en estos centros es la variedad de los alimentos: “Tomar vegetales diariamente, fruta de temporada rica en vitamina C o lácteos que aporten vitamina D, son algunas de las pautas que hemos establecido obligatoriamente a diario en las dietas de los más pequeños” explica Rocío Royo.
Residencias y los hospitales
En este caso, los menús se han adaptado buscando un mayor aporte de fibra, proteínas y vitaminas a través de ensaladas, fruta y lácteos a diario. Para ello, se ha diseñado un protocolo que permite enriquecer los platos con alimentos como el queso rallado, la leche en polvo y el huevo troceado entre otros, sin aumentar el volumen de los mismo.
En las residencias, también se refuerza la frecuencia de cremas y sopas con más proteínas y vitaminas, y una mayor presencia de pescado azul. Todo ello, con texturas adaptadas a las necesidades de los residentes para favorecer la deglución de los alimentos, y contribuyendo a fomentar su apetito. Estas dietas se aplican con las adaptaciones pertinentes a cada residente o paciente, siguiendo las prescripciones médicas.
Restaurantes corporativos
También se han adaptado sus menús para cuidar la alimentación de los trabajadores donde Mediterránea presta sus servicios. Así, aumenta la presencia de fruta rica en vitamina C como la piña y la naranja y los vegetales de hoja verde que aportan vitamina E, como la calabaza y la zanahoria.
“Estos grupos de alimentos no solo refuerzan el sistema inmunológico, sino que son una importante fuente de fibra, que también es fundamental para el buen funcionamiento del microbiota intestinal”, explica la directora de Nutrición de Mediterránea.