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La Universidad de Plymouth (Reino Unido) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han investigado y evaluado la evidencia científica disponible sobre el impacto del ejercicio físico en la cavidad oral, sobre todo en la saliva y la microbiota bucal.
Tal y como apunta Patricia Casas-Agustench, investigadora y profesora de los Estudios de la Salud de la UOC, cada vez más evidencia científica acerca de que los beneficios para el sistema inmunitario y metabólico que aporta el deporte están mediados porla microbiota.
De hecho, estudios previos han demostrado que "si inhibes la actividad de las bacterias de la boca, los beneficios cardiovasculares del deporte se reducen", destaca Raúl Bescós, profesor titular de Fisiología de la Universidad de Plymouth y primer autor del estudio sobre el impacto del ejercicio físico en la microbiota oral llevado a cabo por esta institución y la UOC, cuyos primeros resultados han sido presentados en la revista PharmaNutrition.
Estudios recientes han constatado la relación entre el consumo de nitratos —presentes en vegetales de hojas verdes, como rúcula, brócoli, espinacas y también remolacha— y rendimiento deportivo y salud cardiovascular.
Los estudios liderados por el propio Bescós con la colaboración de Patricia Casas-Agustench, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC e investigadora asociada en la Universidad de Plymouth, indican que el nitrato es una molécula que o bien consumimos con los alimentos o bien producimos de manera endógena cuando hacemos actividad física, y que sirve de alimento para las bacterias de la boca, que, a su vez, la convierten en nitrito. Este nitrito se puede utilizar en el estómago y en los vasos sanguíneos, lo cual hace aumentar el flujo sanguíneo que llega a los músculos y reduce la tensión arterial.
Es por eso por lo que los grandes clubes deportivos, como el FC Barcelona, incorporan en las dietas de sus deportistas recetas que incluyen alimentos ricos en nitrato. Paradójicamente, estudios observacionales sugerían que los atletas de élite tienen una prevalencia de enfermedad oral, incluidas la erosión dental, la caries y la periodontitis, similar o superior a la de la población general. Y se apuntaba que la razón podría estar relacionada con la dieta y la hidratación.
"Los deportistas consumen muchas bebidas azucaradas y ácidas que pueden afectar la salud bucal y la abundancia de bacterias. También ingieren muchos hidratos de carbono, incluidos productos con mucho azúcar, como barritas energéticas y geles, que pueden alterar la microbiota oral", apunta Casas-Agustench, coautora del estudio. Los resultados más destacables de estos estudios se presentaron durante las jornadas #SportsTomorrow, organizadas por el Barça Innovation Hub.
Se suman a la dieta otros factores, como por ejemplo la deshidratación o la sequedad bucal, que se produce cuando se practican deportes como el ciclismo o el atletismo, que pueden afectar a la diversidad y la abundancia de microbiota oral, y reducen la protección de los dientes. Asimismo, "algunos atletas suelen vomitar como resultado de la ansiedad que tienen antes de las competiciones o durante las competiciones debido al esfuerzo, lo que provoca alteraciones del pH bucal, erosión del esmalte y alteración de la composición bacteriana", comenta la investigadora de la UOC.
Otro factor que también han visto que afecta negativamente la composición y el equilibrio de la microbiota oral es el uso de colutorios con acción antibacteriana, como los que contienen clorhexidina, cuando se utilizan sin prescripción médica.
"Inhiben las bacterias de la boca, y se ha observado que cuando se utiliza clorhexidina los efectos positivos del ejercicio sobre la tensión arterial disminuyen drásticamente", apunta Bescós, que recuerda que "la microbiota oral es esencial en la respuesta cardiovascular del ejercicio físico. Si la boca está sana, las bacterias nos ayudan a reducir los nitratos en nitritos. De lo contrario, perdemos buena parte de los beneficios del ejercicio".
Asimismo, los investigadores indican que hay una relación estrecha entre el microbioma oral y el intestinal, como han detallado algunos estudios recientes. El cerca de un litro de saliva que tragamos a diario contiene una gran cantidad de bacterias orales, muchas de las cuales son destruidas en el estómago por los ácidos, pero algunas pueden resistir al medio ácido del estómago y reproducirse dentro de este órgano, como por ejemplo el Helicobacter pylori, responsable de la úlcera de estómago. Otras pueden llegar hasta el colon, donde pueden colonizar y reproducirse. Por lo tanto, apuntan Bescós y Casas-Agustench, la salud bucal puede modular la intestinal y viceversa.
"Lo mejor para cuidar la microbiota oral y mejorar el rendimiento deportivo y la salud cardiovascular es aumentar el consumo de vegetales ricos en nitratos, pero también estimular la masticación, que ayuda a salivar, porque la saliva es esencial para regular el pH bucal y la composición y la actividad de las bacterias de la boca. Por tanto, habría que incorporar a la dieta productos ricos en fibra, como frutas y verduras, además de frutos secos", coinciden en recomendar Bescós y Casas-Agustench.
Artículo de referencia
RaulBescos, Zoe L.S. Brookes, Louise A. Belfield, Manuel Fernandez-Sanjurjo, Patricia Casas-Agustench (2020). Modulation of oral microbiota: A newfrontier in exercisesupplementation. PharmaNutrition. DOI: https://doi.org/10.1016/j.phanu.2020.100230