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Un estudio de revisión liderado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y el CREAF publicado en Science Bulletin concluye que los nanoplásticos cambian la composición y diversidad funcional del microbioma intestinal en vertebrados e invertebrados. Sus observados en modelos animales podrían ser aplicables a los humanos.
Los efectos sobre la salud de la exposición a nanoplásticos se han evaluado tradicionalmente en especies acuáticas de moluscos, crustáceos y peces.
Los análisis in vitro recientes, utilizando cultivos celulares de peces y mamíferos, han permitido analizar los cambios asociados a la presencia de nanoplásticos en la expresión genética desde el punto de vista de la toxicología.
Así, el estudio de revisión liderado por la UAB y el CREAF, publicado el pasado noviembre en Science Bulletin concluye que los nanoplásticos cambian la composición y diversidad funcional del microbioma intestinal en vertebrados e invertebrados.
La mayoría de vías neurológicas, endocrinas e inmunológicas de estos vertebrados son muy similares a las humanas, por lo que los autores alertan de que algunos de los efectos observados en estos modelos podrían aplicarse también a los humanos.
El artículo presenta las principales fuentes ambientales mediante las cuales los nanoplásticos llegan al cuerpo humano y resume cómo son capaces de penetrar en el cuerpo humano: ingiriéndolos, inhalándolos ocasionalmente o, muy raramente, incorporándolos por contacto con la piel.
Una vez ingeridos, hasta el 90% de los fragmentos de plástico que alcanzan el intestino serán excretados. Sin embargo, una parte se fragmentará en nanoplásticos, capaces, debido a su pequeño tamaño y propiedades moleculares, de penetrar en las células y causar efectos dañinos.
El estudio constata que se han descrito alteraciones en la absorción de nutrientes, reacciones inflamatorias en el revestimiento intestinal, cambios en la composición y funcionalidad del microbioma intestinal, efectos sobre el metabolismo y la capacidad de producir energía del cuerpo, y por último, alteraciones en las respuestas inmunitarias.
Por otro lado, los investigadores alertan sobre la posibilidad de que una exposición a nanoplásticos a largo plazo, acumulada generación tras generación, pueda dar lugar a cambios impredecibles hasta en el mismo genoma, como se ha observado en algunos modelos animales.
Mariana Teles, investigadora de la UAB, junto a otros investigadores como Josep Peñuelas, profesor del CSIC en el CREAF, comenta “el artículo no pretende generar alarmismo, pero sí busca advertir de que el plástico está presente en casi todo lo que nos rodea, no se degrada y nos exponemos a él de forma continua. En estos momentos, solo podemos especular sobre sus efectos a largo plazo en la salud humana, pero ya existen indicios de varios estudios que describen alteraciones hormonales e inmunes en peces expuestos a nanoplásticos que podrían aplicarse en humanos”.
Conocer y analizar el proceso mediante el cual los fragmentos de plásticos penetran en el organismo y lo dañan es fundamental, pero también lo es determinar de manera precisa la cantidad y tipologías de nanoplásticos diseminados en el medio. Por ello los investigadores remarcan no solo la necesidad de seguir estudiando los mecanismos y efectos concretos en modelos celulares humanos, sino también la unificación de las metodologías de análisis para llevar a cabo una correcta medición de la cantidad de nanoplásticos presente en los distintos ecosistemas.
Artículos de referencia
Teles, M.; Balasch, J.C.; Oliveira, M.; Sardans, J.; Peñuelas, J. Insights on nanoplastics effects on human health (2020). Science Bulletin. DOI: 10.1016/j.scib.2020.08.003