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Un reciente trabajo de investigación in vitro ha demostrado cómo la adición de una mezcla de galacto oligosacáridos (GOS), un tipo de prebiótico que se encuentra naturalmente en la leche materna, a la cepa probiótica Bifidobacterium longum subsp. Infantis CECT7210 –de nombre comercial B. infantis IM-1 y cuya patente pertenece a Laboratorios Ordesa– tiene efectos positivos en su crecimiento y aumenta su actividad contra algunos patógenos intestinales, mejorando de esta forma la inmunidad del bebé frente a este tipo de infecciones.
En el estudio, publicado recientemente en la revista Nutrients, han participado investigadores del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), así como de Laboratorios Ordesa.
“Aunque es cierto que son todavía necesarios más estudios para conocer mejor el funcionamiento de esta cepa y saber más sobre sus mecanismos de acción, estos primeros resultados preliminares respaldan sus beneficios potenciales como cepa probiótica en alimentos infantiles diseñados específicamente para lactantes alimentados con leches infantiles, en particular, cuando se formulan en combinaciones simbióticas que incluyen GOS u oligosacáridos que contienen GOS”, explica José Antonio Moreno-Muñoz, investigador de Laboratorios Ordesa y uno de los autores de la publicación.
Además de confirmar mediante este estudio que la adición de un único oligosacárido, o una mezcla de oligosacáridos, tiene efectos positivos sobre el crecimiento de B. infantis IM-1, los experimentos de co-cultivo confirmaron su capacidad para inhibir bacterias que pueden ser causantes de infecciones que provocan diarrea, fiebre, dolor o sensibilidad del estómago, pérdida de apetito o náuseas.
La investigación también ha demostrado la capacidad que tiene B. infantis IM-1 no solo para inhibir el crecimiento de patógenos, sino también para desplazar o prevenir su adhesión. “Esta investigación nos permite saber más sobre el potencial de las bifidobacterias aisladas de la leche materna, como esta cepa, y nos indica las bases para poder desarrollar nuevos alimentos funcionales que mejoren la inmunidad frente a los principales patógenos que causan infecciones intestinales” continua Moreno-Muñoz.