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La vitamina D es un nutriente esencial para la salud y para el correcto funcionamiento del organismo, asegura Alberto Muñoz Terol, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas (CSIC).
Para el profesor, entre sus múltiples funciones, esta vitamina ayuda a procesar el calcio y a fortalecer el sistema óseo, por lo que es especialmente útil durante la fase de crecimiento, en personas mayores o embarazadas. Asimismo, también juega un papel fundamental en el funcionamiento del sistema nervioso y en el desarrollo muscular.
Además, la evidencia científica disponible hasta el momento sugiere, añade Muñoz Terol, que la deficiencia de vitamina D se ha asociado con una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias virales y bacterianas. Ahora un estudio observacional, publicado en la revista Nature, ha relacionado la radiación ultravioleta y los niveles de vitamina D con el riesgo de padecer la Covid-19 de forma grave.
Habitualmente esta vitamina se obtiene de algunos alimentos, así como de la exposición directa de la piel al sol. Sin embargo, la dieta puede resultar insuficiente y la exposición directa al sol puede conllevar otros riesgos. Por eso, si bien en verano es más fácil mantener unos niveles adecuados de Vitamina D, la falta de exposición solar, así como una peor alimentación puede conducir a que esos niveles bajen con la llegada del otoño, afirma el investigar del CSIC.
