Empresas Premium
Dentro de la Cátedra de Bebidas Fermentadas de la UCM, se ha celebrado una jornada bajo el título ‘Bebidas fermentadas, dieta y salud: una actualización para 2022’, de la que se concluye que un consumo moderado de cerveza, vino o sidra, puede considerarse saludable.
Algunas evidencias científicas señalan que el consumo moderado de bebidas fermentadas–considerado como un máximo de 700 ml para hombres y 400 ml en mujeres– podrían aportar efectos positivos en la salud cardiovascular y la microbiota.
Así lo recordaron los catedráticos de la Universidad Complutense de Madrid, César Nombela y Humberto Martín, encargados de inaugurar la jornada científica sobre bebidas fermentadas y salud organizadas en el marco de la insitución.
"Este tipo de bebidas (vino, cerveza y sidra), se puede disfrutar por parte de aquellos que las consumen de una manera moderada, preferentemente de forma simultánea con la comida, dentro de una dieta y un estilo de vida saludables. Y todo ello siempre que se trate de adultos sanos. No se plantea en ningún caso recomendar el consumo de alcohol sino de señalar que las bebidas fermentadas pueden encajar en una dieta saludable", señalaron.
En cualquier caso, el consumo excesivo de alcohol "siempre debe de ser desaconsejado en cualquier situación". Precisamente, esta es una de las conclusiones de un documento que acaba de elaborar la Cátedra de Bebidas Fermentadas que recoge los últimos estudios científicos publicados para valorar, de forma actualizada, la relación entre el consumo moderado de bebidas fermentadas y la salud.
Por su parte, la Profesora de Investigación Ascensión Marcos, del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición del CSIC, en su conferencia ‘¿Podríamos incluir el consumo moderado de cerveza en una dieta saludable?’, recordó que “el consumo moderado de cerveza puede estar incluido dentro de una alimentación y estilo de vida saludable, ya que, según la evidencia científica, puede estar asociado a algunos beneficios para la salud, "siempre teniendo en cuenta que este consumo debe hacerse por adultos sanos, preferiblemente acompañado de comida y debe distribuirse a lo largo de varios días, evitando episodios de consumo excesivo o ‘atracones’, sobre todo durante los fines de semana”.
Asimismo, la Dra. Gemma Vilahur, del Institut de Recerca del Hospital de la Santa Creu i Santa Pau de Barcelona, expuso los datos epidemiológicos, ensayos en humanos y estudios preclínicos que respaldan los efectos beneficiosos asociados al consumo moderado de cerveza sobre la salud cardiovascular. Además, ahondó en los mecanismos y vías de señalización mediante los cuales “la cerveza, y más concretamente sus ingredientes, ejercen dichos efectos beneficiosos en los vasos sanguíneos y el corazón”, destací la Dra. Vilahur.
La jornada se cerró con la intervención de la Dra. Isabel Moreno-Indias, de la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga e investigadora del CIBERobn que, bajo el título ‘Efecto de las bebidas fermentadas sobre la microbiota’ ha señalado que los polifenoles contenidos en la cerveza son utilizados por la microbiota y esto conlleva posibles beneficios en la salud, como una mayor protección cardiovascular.