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El embarazo y los dos primeros años de vida del bebé representan una de las etapas más relevantes en cuanto al desarrollo de ciertos aspectos vinculados con la salud.
Existe una etapa concreta que tiene algo más de peso en el crecimiento y desarrollo del ser humano: los primeros 1.000 días de vida. El sentido común nos dice que la etapa del embarazo y los primeros dos años de vida del bebé tienen un papel importante en cuanto a su salud, pero muchos padres y madres no son realmente conscientes de hasta qué punto esta etapa puede llegar a influir en ciertos aspectos. De hecho, según un estudio llevado a cabo por PiLeJe, el laboratorio francés especializado en microbiota, micronutrición y fitoterapia, el 39% de los padres y madres encuestados no conocen el impacto que estos primeros 1.000 días pueden llegar a tener en el desarrollo de su bebé.
El Dr Joaquin Reyes, pediatra y experto en el área de la Gastroenterología, Hepatología y Nutrición pediátrica y colaborador de PiLeJe, explica que “el conocimiento de los “primeros 1.000 días” ha supuesto una revolución en la prevención de enfermedades a corto, medio y largo plazo”.
Son muchos los factores que influyen directamente en la salud y el desarrollo del bebé durante esa primera etapa. Algunos de ellos se nos escapan completamente y no podemos controlarlos, como por ejemplo ciertas exposiciones ambientales, pero otros dependen totalmente de nosotros. La alimentación es uno de ellos, además de ser de los más relevantes en esta etapa. Según la encuesta llevada a cabo por PiLeJe, el 76% de las madres y los padres aciertan en que la alimentación, tanto de la madre durante el embarazo como del bebé durante sus primeros años de vida, es muy importante.
En este sentido, desde que comienza el embarazo, un 22% de los encuestados afirma que la alimentación y la nutrición es donde más esfuerzos dedican. Según el Dr Joaquin Reyes, “actualmente existe un aumento significativo en la incidencia de obesidad, alergias o enfermedades autoinmunes, entre otras patologías. A través de una nutrición óptima durante este periodo es posible disminuir su incidencia”.
Una buena nutrición y el cuidado óptimo de la microbiota intestinal durante los primeros 1.000 días es clave para la salud a lo largo de la vida, pues existen ciertos nutrientes y vitaminas esenciales durante esa primera etapa. El estudio pone en relieve que el 71% de los padres y madres conocen la microbiota, aunque el 38%, desconoce qué papel tiene en nuestro organismo.
“Cuando hablamos de “nutrición en los primeros mil días” pensamos exclusivamente en alimentos de buena calidad y saludable, pero no consideramos cómo afectan esos alimentos a nuestra microbiota intestinal”, comenta el Dr Reyes. “El papel más importante en la nutrición de esta primera etapa lo representa la microbiota intestinal y las modificaciones que va a sufrir en base a varios factores”.
Con el objetivo de cuidar la microbiota, los probióticos y los prebióticos son el mejor aliado. Muchos padres y madres (62%) usan los probióticos en sus hijos o en ellos mismos, pero únicamente un 17% lo hace con frecuencia. La mayoría de ellos lo hacen exclusivamente de forma natural a través de alimentos (26%) o por prescripción médica (20%).
Con el objetivo de que madres y padres afronten de la mejor manera tanto el embarazo como los primeros años de vida del bebé, PiLeJe presenta la campaña “Los primeros 1.000 días que cuentan”. A través de la campaña, PiLeJe quiere ayudar a mujeres embarazadas y lactantes, así como a los bebés durante esta primera etapa, y por eso ha desarrollado cuatro nuevos productos específicamente adaptados a sus necesidades.
Sobre la encuesta
La encuesta ha sido realizada de la mano de PiLeJe y Canal Sondeo del 24 de diciembre de 2021 al 4 de enero de 2022. Se trata de una muestra de 200 individuos dividida en dos targets: personas que ya tienen hijos y personas que van a tener hijos durante los próximos seis meses.
