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Todos los alimentos que consumimos al día tienen una repercusión directa en el funcionamiento de nuestro organismo, por ello, dependiendo de lo que comamos, tendremos resultados buenos o malos. Esto aplica a todo el cuerpo, incluso a los dientes.
La influencia que tiene la alimentación sobre nuestros dientes y boca es muy importante pues cuando comemos esta parte del cuerpo es la primera que está en contacto con los alimentos, de esta forma. Por esto, para evitar y prevenir estos problemas lo ideal es llevar una dieta saludable y equilibrada.
Pensando en eso, en este artículo encontrarás mucha información sobre cómo la alimentación influye en tu salud dental tanto de forma positiva como negativa.
Una de las enfermedades más comunes en infancia son las caries, que son resultados del régimen alimenticio que tienen los niños, pero puede afectar también a los adultos que llevan una dieta no saludable.
Los alimentos poco nutritivos con mucha azúcar, como lo son los refrescos, tienden a reaccionar con las bacterias que se encuentran a nivel oral desencadenando la producción de ácidos que dañan los dientes y otras estructuras como las encías o mucosa oral.
Si se elimina o se evita de la mayor forma posible los dulces, bebidas azucaradas, alcohol y cualquier otro alimento no nutritivo, se previenen muchas afecciones y se obtienen beneficios no solo para nuestra salud dental sino de forma general.
Así como hay alimentos dañinos para nuestros dientes y boca, también hay alimentos buenos. En este grupo entran los productos lácteos, las frutas, verduras o bien cualquier alimento que sea rico en vitaminas, calcio y otros nutrientes.
Tal como lo apunta la Dra L. Molina, odontóloga en la clínica Implantdent, este tipo de alimentos son necesarios para unos dientes fuertes y sanos, evitando además la aparición de afecciones como las caries o erosión dental.
Ya teniendo claro cuáles son los alimentos que influyen tanto de forma positiva como negativa en nuestros dientes y teniendo claro que el objetivo es contar con la mejor salud posible, lo ideal es comenzar a mejorar las decisiones sobre qué y cuándo comer.
Los alimentos que consumimos en una comida específica del día tienden a ser menos nocivos, pues durante el proceso se libera más saliva que ayuda a la eliminación de los alimentos y se evita la reacción que tengan con los ácidos bacterianos.
En este punto también entra en juego la higiene, pues de nada sirve tener una buena dieta si no se tiene una buena higiene oral, además, es muy bien sabido que posterior a cada comida lo ideal es cepillarse los dientes con la intención de eliminar todos aquellos restos de alimentos que queden atrapados entre ellos y evitar de esta forma posibles afecciones.