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Con el objetivo de investigar y desarrollar nuevas fuentes de proteína que sirvan de alternativa a las tradicionales derivadas de la carne, el pescado u otras fuentes de origen animal, Laboratorios Ordesa, será la coordinadora durante los próximos cuatro años del proyecto Protección.
La investigación contará con la financiación de la convocatoria CIEN del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial de España) y cuenta con un presupuesto de más de siete millones de euros.
Para la consecución del objetivo principal se comenzará con la caracterización nutricional y estructural de nuevas alternativas proteicas tanto en su estado original como tras su procesado. En el desarrollo de estas nuevas fuentes se utilizarán tanto vegetales, como hongos o insectos. Asimismo, se desarrollará una nueva tecnología, el extrusionado húmedo con el que se buscará lograr texturizar estas nuevas fuentes de forma que se asemejen lo máximo posible a la carne y el pescado.
Además, el proyecto buscará añadir diferentes compuestos que puedan mejorar la funcionalidad de los nuevos alimentos. “Se estudiará como estas nuevas proteínas funcionalizadas tienen efecto sobre el sistema inmune y los procesos metabólicos asociados a su modulación. Se busca, por tanto, no solo encontrar alternativas a las fuentes más tradicionales de proteína sino también conseguir beneficios extra de todo el proceso”, explica José Antonio Moreno, investigador de Laboratorios Ordesa y coordinador del proyecto Protección.
El proyecto Protección contará con una segunda parte en la que se aprovecharán todos los datos obtenidos tras la evaluación de la digestibilidad, bioaccesibilidad, bioactividad y caracterización tecnológica de las nuevas fuentes de proteína, así como de su acción inmunomoduladora, para generar Modelos de Predicción de Bioeficiencia Alimentaria o MPBA.
Finalmente se verificarán y extrapolarán los MPBA a patologías de tipo metabólico con alteraciones inmunes asociadas, así como a la creación de ingredientes bioactivos aislados para conseguir la extrapolación del uso de los MPBA al conjunto del sector alimentario. “Con este proyecto de investigación esperamos poder obtener una herramienta que nos sirva para predecir la bioeficiencia y funcionalidad de estos nuevos alimentos y de esta forma facilitar el futuro desarrollo tanto de estos alimentos como de otros nuevos productos”, añade José Antonio Moreno.
Laboratorios Ordesa será quien coordine y lidere este importante proyecto, mientras que el Centro Tecnológico de Catalunya (EURECAT) será quien ofrezca el soporte científico. y la empresa F Iniciativas Group, el administrativo. Además, en el proyecto también participan otras seis empresas independientes: ADM-Biopolis, Industrias Lácteas Asturianas, Lagumar, Mealfood Europe, Viscofan España y Matadero José Calatayud e Hijos.
También intervendrán cuatro universidades: la Universidad de Granada, la Universidad de Oviedo, la Universitat Rovira i Virgili y la Universidad de Navarra, y tres centros de investigación hospitalarios: la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Andalucía Oriental – Alejandro Otero (FIBAO), el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (ISS Aragón) y la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS).
El Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CIAL-CSIC), el centro tecnológico AINIA y el Centro Tecnológico Agroalimentario (CTIC CITA) son otros tres organismos públicos que tomarán parte en el proyecto.