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Así se demuestra en un estudio realizado en el que se ha podido comprobar como, en lechones prepuberales con una dieta de alto contenido en grasa, pero que incluye el probiótico Bifidobacterium breve CECT8242 y ácidos grasos omega-3, se reduce el daño cerebral causado por una dieta rica en grasas.
La inclusión del probiótico Bifidobaceterium breve CECT8242 y ácidos grasos omega-3 son capaces de ayudar a prevenir el daño cerebral que ocasiona una dieta rica en grasas y que está asociado con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, entre ellas la enfermedad de Alzheimer. Esta es una de las conclusiones que se extrae de un estudio coordinado desde la Universitat de Lleida y el Instituto de Recerca Biomédica de Lleida (IRBLleida) e impulsado y financiado por Laboratorios Ordesa. Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista Antioxidants.
Este estudio también ha demostrado, por primera vez, que la dieta influye en las modificaciones cerebrales de los mamíferos y ha servido para identificar el mecanismo que ocasiona el daño cerebral que se asocia posteriormente con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Para llevar a cabo la investigación se ha contado con 43 hembras de cerdo de raza Duroc, nacidas de 11 camadas diferentes. Los animales de una misma camada se distribuyeron en cuatro grupos de estudio, para minimizar posibles sesgos derivados de la genética. Se contó con un grupo control alimentado con una dieta estándar y comparado con otro grupo con una dieta rica en grasas, otro con una dieta rica en grasas que incluía el probiótico y un último grupo con una dieta rica en grasas y con el probiótico y ácidos grasos omega-3.
Una de las primeras conclusiones de esta investigación es la que permite asociar precisamente la dieta rica en grasas con la neurodegeneración y que esto se debe a la oxidación lipídica. En este sentido, se ha podido corroborar que la inclusión de un probiótico en la dieta produce ya un primer cambio protector de la oxidación lipídica, que se ve incrementado con el añadido del ácido omega-3, demostrándose por primera vez que esta suplementación ayuda a prevenir el daño cerebral ocasionado por una dieta rica en grasas en el cerebro prepuberal en mamíferos.