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Es posible prevenir los síntomas producidos por el descenso hormonal y conservar una buena calidad de vida.
La menopausia es un proceso biológico natural en el que los ovarios dejan de producir hormonas sexuales como los estrógenos y progesterona, por lo que se producen una serie de cambios físicos y emocionales en la mujer. El comienzo de esta etapa, que puede ocurrir años antes de que se produzca la menopausia, ya viene acompañado de una serie de signos o síntomas. Entre los más frecuentes están la irregularidad en los períodos menstruales, la sequedad vaginal, los sofocos y sudores nocturnos, así como los problemas para conciliar el sueño. A nivel físico, se produce una ralentización del metabolismo, por lo que es habitual aumentar de peso, la piel se reseca, el pelo se afina y se puede perder volumen en el pecho. Además, la mayor parte de las mujeres experimentan cambios en su estado de ánimo debidos a los cambios hormonales que se están produciendo en su cuerpo.
Llevar una alimentación equilibrada: la nutrición juega un papel fundamental durante la menopausia. Los médicos recomiendan una dieta rica en alimentos antioxidantes (frutas, verduras y legumbres), el pescado, los lácteos, los hidratos de carbono de absorción lenta (legumbres, pasta y arroz) y el aceite de oliva virgen extra. Además, en la actualidad existen complementos alimenticios como Flavia, que pueden convertirse en un gran aliado. Su formulación contiene isoflavonas de soja, que tienen una estructura muy parecida a la de las hormonas sexuales femeninas y garantizan el aporte de Genisteina y Daidzeina; por su parte, el lúpulo ayuda a aliviar los sofocos, la sudoración y la irritabilidad. La melatonina contribuye a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño, pero disminuye con la edad coincidiendo con la menopausia. El ácido fólico y las vitaminas B6 y B12 contribuyen a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, además de mitigar el cansancio y la fatiga. Por su parte, la vitamina B6 ayuda a regular la actividad hormonal. La composición de Flavia también aporta el extra necesario de calcio que se necesita durante esta etapa y la vitamina D que ayuda a su correcta absorción para que los huesos y músculos se mantengan en buenas condiciones. Por último, el ácido alfa-linolénico (de la familia de los OMEGA-3) contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo.
Del mismo modo, hay una serie de alimentos que se deben tratar de evitar consumir o al menos reducir drásticamente su consumo. Es el caso de alimentos especialmente salados que pueden fomentar la retención de líquidos, el café y el té, que pueden contribuir al insomnio. También hay que evitar los azúcares refinados y las carnes rojas, que contribuyen a la bajada de estrógenos.
Practicar ejercicio con regularidad: incrementar la actividad física durante la menopausia mejora la calidad de vida de la mujer durante a menopausia y ayuda a aliviar síntomas como los sudores y sofocos, los cambios de humor y a mejorar el sueño. Es importante consultar con profesionales para que diseñen un plan de ejercicios adaptado al nivel físico y las necesidades de cada mujer. Por lo general, se recomienda hacer deporte al menos 2 o 3 días por semana, incluyendo ejercicios de fuerza. También hay que prestar especial atención a la musculatura del suelo pélvico.
En conclusión, ser capaz de reconocer los primeros síntomas del descenso hormonal y conocer las opciones para contrarrestarlos es la mejor manera de prevenirlos y mantener una vida plena durante esta etapa de cambios.