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“El envejecimiento prematuro va asociado al envejecimiento cardiovascular, con presentación de complicaciones que podrían haberse evitado o mitigado mediante unos hábitos de vida saludables, como la dieta”, ha declarado Lina Badimon, directora del Programa ICCC Cardiovascular del IR-Hospital de Sant Pau de Barcelona y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), durante el simposio celebrado en el 58 Congreso Anual de la Sociedad Europea de Investigación Clínica (ESCI) que se celebra en Barcelona (5-7 junio).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los factores dietéticos asociados con mayor riesgo de mortalidad, o de años perdidos por enfermedad o incapacidad, estarían relacionados con una mala alimentación. En su conferencia, y ante investigadores de toda Europa, Badimon presentó las últimas evidencias en torno a la relación entre la dieta y el envejecimiento celular, concluyendo que “una dieta como la mediterránea, que proteja contra las agresiones oxidativas asociadas a la propia vida celular, es la que mantendrá mejor las funciones celulares equilibradas y propiciará un envejecimiento saludable, retrasando la edad cronológica mediante la mejora de la edad fisiológica”.
Por su parte, Ascensión Marcos, directora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), destacó los beneficios de los nutrientes presentes en la dieta mediterránea, y ha señalado la importancia de que los profesionales sanitarios promuevan la adherencia a este estilo de vida.
Las modernas tecnologías de investigación nos están permitiendo generar conocimiento a nivel molecular y celular que permitirá avanzar en la caracterización de los mecanismos de acción de los componentes de la dieta. Sobre ello trabaja Isabel Moreno Indias, del departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, miembro del grupo CIBEROBN del Instituto de Salud Carlos III, y tercera ponente del simposio, quien mostró las últimas investigaciones en las que está trabajando su grupo sobre cómo ciertos compuestos presentes en alimentos de la Dieta Mediterránea interaccionan con nuestro organismo.
Sobre el consumo de bebidas fermentadas, Badimon señaló que “el consumo moderado de bebidas fermentadas como la cerveza, ricas en antioxidantes y oligoelementos, dentro de un patrón de alimentación sano y equilibrado, puede ser compatible con el mantenimiento de la salud y la protección frente a procesos cardiovasculares y metabólicos adversos”.