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El centro tecnológico ITENE ha logrado ingredientes de origen vegetal para cosmética, suplementación nutricional y detergencia a partir de subproductos hortofrutícolas, como kiwi, pomelo, caqui, alcachofa, nectarina, papaya, uva y granada.
En concreto, se han obtenido procesos de producción de ácidos hialurónicos microbianos (AHMs), probióticos, compuestos postbióticos, así como extractos vegetales con los requerimientos de calidad y pureza demandados por la industria. Ana Mencher, responsable del proyecto en el centro tecnológico, ha explicado que “los avances en biotecnología han permitido transformar subproductos agroalimentarios en ingredientes de alto valor añadido mediante procesos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, respondiendo a la creciente demanda de productos más naturales y éticos por parte de los consumidores y los sectores industriales”.
Estos avances se enmarcan en el proyecto ESENCIAL 2024, ejecutado por ITENE entre enero y diciembre de este año. Este proyecto ha sido financiado por la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo mediante ayudas a los IITT para proyectos de innovación en colaboración con empresas en el marco de la especialización inteligente durante el ejercicio 2024 y la estrategia de especialización inteligente de la Comunidad Valenciana S3-CV.
El desarrollo de los compuestos se ha llevado a cabo mediante la utilización de subproductos hortofrutícolas de temporada como kiwi, pomelo, caqui, alcachofa, nectarina, papaya, uva y granada. A través de procesos biotecnológicos sostenibles, como extracciones con agua a temperaturas suaves y fermentaciones controladas con microorganismos, se han obtenido compuestos específicos de gran interés industrial.
Un ejemplo destacado ha sido la obtención de naringina, un antioxidante extraído del pomelo. Este compuesto presenta múltiples aplicaciones: en cosmética, actúa como un potente agente antiedad, protege contra el daño ambiental y mejora el aspecto de la piel, siendo apto para cosmética vegana y cumpliendo con certificaciones como Ecolabel.
Además, en suplementación nutricional, la naringina tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que benefician la salud cardiovascular y celular. Este compuesto fenólico, también tiene aplicaciones en productos de limpieza y desinfección innovadores por las propiedades mencionadas y por su compatibilidad con otros ingredientes naturales, alineándose con la tendencia hacia productos más sostenibles en el sector.
Otro avance significativo ha sido la producción de probióticos a partir de subproductos hidrolizados, utilizando microorganismos del género Lactobacillus. Estos probióticos equilibran la microbiota intestinal y mejoran la absorción de nutrientes. Además, esta metodología representa una alternativa económica y sostenible frente a métodos tradicionales que emplean medios de crecimiento microbiano de alto coste económico ya que la obtención probióticos a partir de dichos caldos hidrolizados, supone un ahorro en costes productivos.
Para el sector cosmético, también se ha logrado obtener con éxito ácidos hialurónicos microbianos (AHMs), que destacan por sus propiedades hidratantes, antioxidantes y antimicrobianas. Estos ácidos, obtenidos mediante fermentación biológica y sin ninguna procedencia animal, son fundamentales para la formulación de cremas y productos avanzados de cuidado de la piel, alineándose con la demanda global de ingredientes verdes y sostenibles.
Estos avances se enmarcan en las líneas de investigación actuales del Área de Biotecnología Industrial en ITENE, y que ponen el foco en el aprovechamiento de subproductos orgánicos como fuente de recursos y materias primas gracias a uso de sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados (enzimas).