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DOMMA hace hincapié en la importancia de abordar el climaterio y sus molestias con una perspectiva holística, poniendo especial énfasis en una adecuada alimentación de la mujer.
“La nutrición en la menopausia tiene enfoque preventivo y protector e incluso, en algunos casos, terapéutico. Su objetivo es aportar macro y micronutrientes en cantidades adecuadas y alineadas con las necesidades derivadas del cambio fisiológico que vive la mujer, para ayudar al cuerpo a mantener sus funciones de manera óptima y a evitar el deterioro acelerado”, señala Raquel Clapés, nutricionista experta en menopausia de DOMMA.
Clapés señala como ejemplo el caso de los sofocos: “Es posible prevenir parte de los sofocos y los sudores, tanto la frecuencia con la que aparecen como su intensidad, a través de una alimentación adecuada y rica en nutrientes, antiinflamatorios, antioxidantes y fitoestrógenos”.
Las isoflavonas, los lignanos, el zinc, la vitamina C, la vitamina D y las vitaminas del complejo B son los nutrientes esenciales para reducir los síntomas vasomotores (sofocos) en mujeres menopáusicas. Algunos de los alimentos más destacados que contienen estos nutrientes son la soja, las semillas de lino, las lentejas y las fresas, entre otros:
Isoflavonas
Lignanos
Zinc
Vitamina C
Vitamina D
Vitaminas del complejo B
Además de estos alimentos, es importante mantener una correcta hidratación consumiendo al menos 2,5 a 3 litros de agua por día, en forma de infusiones, zumos y agua.
Y tan importante es lo que se ingiere como lo que no: “En períodos de sofocos y sudores muy intensos y frecuentes, como en verano, es muy importante evitar las bebidas calientes o picantes y la cafeína. Además, también es recomendable reducir el consumo de alcohol y dejar de fumar durante el climaterio porque, además de que son dos hábitos no saludables, pueden exacerbar los síntomas en algunas mujeres”, concluye Clapés.
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