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La creatina, no es uno de los más nombrados ni reconocidos por los consumidores, pero sí es uno de los más necesarios.
Este suplemento, empleado por deportistas de distintas disciplinas para mejorar su rendimiento y su masa muscular, se viene rebelando como uno de los apoyos importantes para la mujer en la menopausia. El motivo tiene que ver con la pérdida de energía, de densidad ósea y de masa muscular que se experimenta durante el climaterio.
A menudo y en esta fase de su vida, la mujer refiere estar cansada y haber perdido fuerza, y esto se debe a que su cuerpo produce menos hormonas, en concreto estrógenos y progesterona.
Se ha constatado, explica desde Neolife la nutricionista Estefanía Álvarez, que algunas hormonas sexuales como los estrógenos y la progesterona afectan a la actividad de la enzima protagonista en la síntesis de creatina endógena, la creatina quinasa. Es por ello por lo que, en mujeres postmenopáusicas, la disminución de estrógeno es considerado un factor importante en la pérdida de masa ósea y muscular, y por lo tanto de fuerza. La suplementación con creatina podría entonces ser una contramedida para la disminución de la densidad mineral ósea y la masa muscular y se ha visto que reduce los marcadores de resorción ósea, la inflamación y el estrés oxidativo.
Así, un estudio de Chilibeck et al. demuestra, por ejemplo, que la suplementación con creatina en dosis adecuadas acompañada de una rutina de entrenamiento de resistencia a lo largo de doce meses en mujeres postmenopáusicas presera la densidad mineral ósea del cuello femoral.
Estas consideraciones junto con un estilo de vida saludable y una optimización del perfil hormonal, en este caso de la mujer, a través de la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH), concluyen desde estos centros especializados en medicina antiage, pueden suponer una intervención eficaz en el tratamiento de la osteoporosis y sarcopenia relacionada con la edad, y de todos esos síntomas que aparecen con los años.