El Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado (SIBO) se identificó hace varias décadas, pero en los últimos años está adquiriendo cada vez más protagonismo, debido a los avances en la comprensión del microbioma intestinal y su importancia en la salud y la enfermedad humanas.
¿Qué es el SIBO y por qué se produce?
El SIBO se caracteriza por la proliferación anómala de bacterias en el intestino delgado, un área donde su presencia debería ser limitada. Este crecimiento excesivo se debe a diversas causas, entre ellas:
- Hipoclorhídria y problemas de flujo biliar: Tanto el ácido estomacal como los ácidos biliares son antimicrobianos, por lo que unos niveles inadecuados, sea por estrés crónico, uso prolongado de fármacos como los inhibidores de la bomba de protones u otras causas, pueden contribuir al sobrecrecimiento bacteriano.
- Insuficiencia pancreática exocrina: Un déficit de enzimas pancreáticas, afectará a la digestión y absorción de nutrientes, dejando más sustrato disponible para que las bacterias fermenten y proliferen en el intestino delgado.
- Problemas de motilidad gastrointestinal: El tránsito lento favorece que se acumulen microorganismos en el intestino delgado. Esto puede deberse a otras afecciones, a fármacos como anticolinérgicos y antidiarreicos, etc.
- Anatomía del tracto gastrointestinal. Las anomalías anatómicas incluyen divertículos, estenosis y adherencias del intestino delgado.
- Disfunción de la válvula ileocecal: Su mal funcionamiento permite el retroceso de bacterias del colon al intestino delgado, favoreciendo la disbiosis intestinal.
Síntomas del SIBO
El SIBO se manifiesta con síntomas digestivos inespecíficos que pueden confundirse con otros trastornos gastrointestinales:
- Hinchazón y distensión abdominal.
- Flatulencias y eructos frecuentes.
- Dolor abdominal y cólicos.
- Diarrea o estreñimiento crónico.
- Fatiga y deficiencias nutricionales derivadas de la malabsorción.
Estos síntomas se deben a que las bacterias fermentan los carbohidratos no absorbidos, generando gases en exceso que provocan distensión abdominal y otras molestias digestivas. Este proceso también puede comprometer la integridad de la barrera intestinal, favoreciendo la inflamación crónica y síntomas sistémicos, como fatiga persistente y alteraciones en el estado de ánimo a través del eje intestino-cerebro.
Tipos de SIBO
Existen varios tipos de SIBO (Small Intestine Bacterial Overgrowth), siendo los más comunes el SIBO clásico, causado por el sobrecrecimiento de bacterias productoras de hidrógeno y caracterizado por diarrea, y el SIBO por metano, también conocido como IMO (Intestinal Methanogen Overgrowth), una variante en la que el sobrecrecimiento se debe a arqueas productoras de metano y que suele estar asociado con estreñimiento.
Tratamiento convencional y limitaciones
El tratamiento convencional del SIBO suele incluir antibióticos como rifaximina, pero su eficacia es limitada y las tasas de recurrencia son altas. Además, el uso prolongado de estos tratamientos puede alterar la microbiota intestinal, afectando su equilibrio natural. Por ello, cada vez más profesionales consideran el uso de estrategias complementarias, como los extractos herbales y los probióticos.
NPro Cleanintest: Triple acción contra bacterias, parásitos y hongos
Cleanintest está formulado con extractos de plantas de acción antimicrobiana y moduladora del sistema inmune, como:
- Berberina: Ha demostrado actividad contra bacterias como Escherichia coli y Helicobacter pylori y hongos como Candida albicans; al mismo tiempo que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas como Akkermansia muciniphila.
- Orégano, tomillo y clavo: Sus principios activos muestran actividad antibacteriana, antifúngica y antiviral.
- Neem: Tiene actividad antiparasitaria, antibacteriana y disrruptora de biofilms.
- Menta: Efecto digestivo y antiespasmódico.
Su uso está indicado en casos de SIBO clásico con predominio de bacterias productoras de hidrógeno.
NPro Metanintest: Enfoque integral para el IMO
Metanintest está diseñado para casos de SIBO con predominio de arqueas metanogénicas. Su combinación de ingredientes ayuda a reducir la producción de metano y mejorar la motilidad intestinal:
- Quebracho y castaño: Además de su efecto antibacteriano, los taninos limitan la producción de metano.
- Orégano, tomillo, clavo, ajenjo, perilla y regaliz: Sinérgicas frente a bacterias, hongos y parásitos. Además, el ajenjo es disrruptor de biofilms, la perilla tiene efecto antihistamínico y el regaliz protege la mucosa gástrica.
- Aceite esencial microencapsulado de orégano y tomillo: Acción antimicrobiana de liberación controlada, actuando en todo el intestino.
- Alcachofa y jengibre: Facilitan el tránsito intestinal y alivian la dispepsia.
- Probióticos esporulados (Bacillus coagulans y Bacillus subtilis): Refuerzo de la microbiota beneficiosa y mejora del tránsito intestinal.