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La Organización de Consumidores y Usuarios, junto con BEUC, la asociación europea de consumidores en la que se integra OCU, ha realizado un estudio para analizar el contenido de acrilamida en diferentes productos comercializados en países europeos.
La OCU recuerda que la acrilamida es una sustancia declarada por la OMS como potencialmente cancerígena que se produce de forma natural en los alimentos ricos en almidón y asparagina, cuando se cocinan a más de 170º con baja humedad (por ejemplo, al hornearlos, freírlos o tostarlos), adquiriendo con ello un tono tostado.
Actualmente no se conocen los efectos exactos de la acrilamida sobre el organismo. Sin embargo, tratándose de una sustancia que podría dañar el ADN y favorecer la aparición de tumores, la mayoría de los investigadores cree que no es posible establecer una dosis diaria que se considere segura. Como medida de precaución, se recomienda reducir su consumo todo lo posible.
La Comisión Europea ha establecido unos valores de referencia (orientativos, no obligatorios) por grupos de alimentos (galletas, patatas fritas, café, pan de molde, biscotes…) que sirven para evaluar si se aplican medidas que reduzcan la formación de acrilamida.
En el estudio se han analizado un total de 477 productos, 55 de ellos vendidos en España: patatas fritas de restaurante de comida rápida, patatas chips y galletas, algunas de ellas para bebés. De estos 55 analizados por OCU, cinco superan los niveles de referencia, de los cuales dos de ellos son productos para bebés, los consumidores más sensibles
La exposición de los más pequeños a la acrilamida es una de las mayores preocupaciones de OCU. A pesar de que los alimentos específicamente dirigidos a ellos cuentan con unos valores de referencia más reducidos que el resto (150 microgramos/kg frente a los 350 establecido para el grupo general de galletas no saladas), dos de las analizadas superan esos valores.
OCU destaca además que dos de los cinco productos que exceden los valores recomendados son ecológicos (las dos galletas para bebés). Según la Organización, debido en parte a que estos productos cuentan con la dificultad añadida de no poder usar la enzima asparaginasa para controlar la acrilamida, pues incumpliría la normativa para alimentos ecológicos.
Peticiones de OCU: reducción de valores y límites obligatorios
Ante esta situación, tanto BEUC como OCU han remitido a los responsables de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea y de la AESAN respectivamente, los resultados completos del estudio, así como sendas cartas para solicitar su colaboración y realizar las siguientes peticiones:
Por último, OCU ofrece a los consumidores una serie de recomendaciones para evitar la formación de acrilamida en los alimentos cocinados en casa: